1. Sangre
La sangre raramente es algo bueno a menos que sepas de dónde proviene (una cortada o un raspón por ejemplo). Si estás viendo sangre y no estás seguro de por qué, ya sea en tu mucosidad o de una tos fuerte, programa una cita con tu médico para quitarte dudas sobre el cáncer.
“Esto puede ser sangre en la orina, sangre en los intestinos, sangrado vaginal después de la menopausia o tos con sangre”, dice Martha K. Terris, MD, profesora distinguida de Witherington y presidenta del Colegio Médico de Georgia en la Universidad de Augusta.
2. Neumonía recurrente
Los problemas crónicos son la manera en que tu cuerpo llama tu atención. “Un patrón que he notado es que muchos pacientes tienen síntomas que pueden explicarse y mejorar con el tratamiento. Pero se repitieron sin una buena explicación de por qué y nadie hizo una pausa para preguntar la razón por la cual estaba sucediendo”.
Dice Mendel Goldfinger, MC, oncólogo del Hospital Metodista de Brooklyn Presbyterian de Nueva York. “Por ejemplo, un hombre de 40 años que nunca tuvo neumonía y de repente la desarrolla dos veces en un año necesita preguntarle a su médico por qué esto sucede ahora, incluso si la neumonía mejora con el tratamiento de antibióticos”.
3. Bultos o protuberancias
Si golpeas tu espinilla en una mesa de café, hay una buena probabilidad de que veas un moretón y un bulto. Pero si aparecen protuberancias, bultos o nudos inusuales y no recuerdas haberte golpeado con nada, es sospechoso.
“Los bultos pueden afectar la piel o estar debajo de ella en la ingle, en la axila, el cuello, los senos, el abdomen”, dice el DR. Terris. Si persisten o vuelven regularmente, haz una cita para ver a tu médico.
4. Fiebre
Una fiebre inexplicable (cuando no tienes una infección o un virus que pudiera ser la causa) es motivo de preocupación, especialmente si reaparece. “Si tienes fiebre durante 24 o 48 horas y tomas Tylenol y desaparece, no es una fiebre de cáncer”, dice Loana Bonta, MD, oncóloga médica de Cancer Trearment Center of America en Atlanta.
“Pero una fiebre leve de una semana o dos que no desaparece incluso si tomas Tylenol o Ibuprofeno, es una fiebre preocupante”.
5. Pérdida de peso inexplicable
La mayoría de nosotros no sentimos esto como un problema, pero no es nada inteligente advierte el Dr. Bonta: la pérdida de peso inexplicable nunca es buena. “El cáncer secreta hormonas que causan pérdida masiva”, dice ella.
“En general, las personas con cáncer perderán peso. Si no has cambiado algo, como tu dieta o comenzaste a hacer ejercicio, y estás perdiendo peso, es un problema.
6. Sudores nocturnos
Igual que con la fiebre, los sudores nocturnos son una señal de que tu cuerpo puede estar en una sobrecarga luchando contra el cáncer, un virus u otras células invasoras.
“Tu cuerpo ve las células como extrañas y regula positivamente la respuesta inmune, lo que provoca síntomas como fiebre y sudores nocturnos”, Joel Warsh, MD, un médico holístico e integrador en Studio City California. Esto es especialmente común con las personas que tienen linfoma o leucemia, dice el Dr. Bonta.
7. Acidez estomacal persistente
Si mantienes la compañía de antiácidos en el negocio, es posible que necesites hablar con tu médico acerca de un mecidamento más fuerte y la posibilidad de una causa cancerosa. “El cáncer gástrico no es el más común, pero está aumentando su incidencia”, dice el Dr. Bonta.
“Las personas que tienen reflujo o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) pueden no darse cuenta, pero el revestimiento del esófago está cambiando”. Con el reflujo prolongado, las células normales y sanas que recubren el esófago son reemplazadas por células anormales que pueden volverse cancerosas.
Esta afección, llamada esófago de Barrett, puede ser un precursor del cáncer, dice el Dr. Bonta. “La acidez estomacal persistente en realidad puede ser uno de los primeros signos del cáncer, especialmente si la acidez se coordina con problemas o dificultad para tragar”, dice.
8. Lesiones cutáneas que cambian
Los lunares y las pecas raramente crecen, cambian de color o de tamaño. Si ves una mancha en tu piel que hace cualquiera de estas cosas, puedes estar viendo cáncer. Es hora de hacer una cita con el dermatólogo, ”Cualquier cambio de una lesión debe ser vista por un dermatólogo especialmente en personas col piel clara, ya que están en alto riesgo de melanoma”. Dice el Dr. Bonta.
“No esperes para ver si se va”, agrega que no solo las personas de piel clara deben estar al pendiente del cáncer de piel. “Uno de los peores casos de melanoma que he visto fue en un hombre de 20 proveniente de Etiopía, tenía una forma bastante agresiva de melanoma en la planta del pie”.
9. Hinchazón
No es inusual experimentar hinchazón de vez en cuando, especialmente después de comer alimentos con alto contenido de fibra a los que puede ser sensible, como las coles de Bruselas y los frijoles. Nuevamente, la persistencia es la clave: si la hinchazón persiste con el tiempo y no se alivia, aunque hayas probado medicamentos para la distensión estomacal, es hora de hablar con tu médico.
10. Tos
La tos es la manera en que tu cuerpo limpia las cosas que irritan los pulmones. Una tos que con alergias o gripe no es frecuente. Sin embargo, si tienes tos persistente y no presentas otros síntomas, es posible que debas realizarte un examen.
“Si tú eres fumador y tienes tos, no debes esperar ni tres meses para ir a ver a tu doctor”, dice el Dr. Bonta. “Tu riesgo depende de cuánto tiempo has estado fumando, los años-cajetilla”. El término se aplica a la cantidad de paquetes que una persona fuma al día multiplicados por el número de años que fumaron. “Cuanto mayor sea el número de paquetes-años, mayor es el riesgo de contraer cáncer de pulmón”.
Una tos también puede ser un peligro si has estado expuesto a humo, productos químicos u otros carcinógenos potenciales, ya sea desde tu casa o en tu entorno de trabajo.
Tomado de rd.com 14 Cancer Warning Signs Your Doctor Should Never Ignore
