Es un hecho que los niños y los adultos debemos ejercitar el cerebro y la mente para estar completamente saludables y ser menos vulnerables a las enfermedades modernas como la depresión, el Alzheimer o el síndrome de angustia, entre muchas otras que afectan a la humanidad.
La mente es un músculo que necesita fortaleza y gracias a la neurociencia hoy sabemos que existe la estimulación cognitiva para fortalecer los dos hemisferios de tu cerebro: el izquierdo, que es el lógico, racional y analítico; y el derecho, que es creativo, emotivo y artístico.
“El problema es cuando no relacionamos ambos hemisferios. Cuando esto sucede perdemos la concentración, nuestra memoria falla, etc.”, señala la Organización Mundial de la Salud para explicar la importancia de conmemorar este día.
Babbel, la app para aprender idiomas, reunió las mejores actividades para mejorar tu plasticidad neuronal, o sea, el que tu cerebro forme nuevas conexiones neuronales entre su lado izquierdo y su lado derecho. ¿Listo para hacer cognifit?
¡Hazte ambidiestro!
Fortalece tu mano no dominante. Sí, esa que normalmente no utilizas para cepillarte los dientes, para escribir, servirte un vaso con agua o hasta comer. Según los científicos, el hemisferio izquierdo del cerebro se vincula con la mano derecha y viceversa. Al usar el lado opuesto de tu cerebro se equilibra la actividad cerebral y mejora tu rendimiento, además de que causarás sensación porque lograrlo no es fácil.
Ejercicio cognifit 1: Te recomendamos darle tono muscular a tu mano haciendo ejercicio con una pesa ligera y comenzar a practicar escribiendo palitos y bolitas sobre un papel hasta que sientas seguridad para escribir frases completas. Incluye a tu familia y amigos en este reto, seguro se divertirán.
Memoriza olores, sabores y texturas
¿Sabías que la nariz alcanza directamente la memoria sin pasar por otras partes del cerebro? La percepción de los olores, los sabores y el tacto ocurren en el cerebro y activan la región de la memoria episódica, esa en la que guardamos las experiencias. Por eso es común que recuerdes a una persona por el olor de su perfume o un lugar por el sabor de algún platillo o ingrediente.