Muchas veces no evaluamos la seguridad de los ingredientes de los productos para el cuidado personal que penetran la piel, pero es importante revisar qué contienen los cosméticos y cremas que usas a diario. Con información y paciencia, tu arreglo personal no te costará tanto ni afectará tu salud.
Cautela cosmética
Muchos productos cosméticos contienen derivados del petróleo, conservadores, fragancias sintéticas, ingredientes modificados genéticamente y otras sustancias potencialmente dañinas.
Seis recomendaciones básicas de los expertos:
- Compra en tiendas de productos naturales, más que en supermercados.
- Usa cremas para la piel, ungüento labial, lápiz para cejas y sombra de ojos con base de miel de abeja.
- Los largos nombres químicos en las listas de ingredientes no forzosamente indican algo tóxico.
- Usa spray, artículos en barra o roll-on, más que aerosoles, pues contienen gas dañino.
- Busca productos no probados en animales, orgánicos y vegetales.
- Diversos artículos que indican no haber sido probados en animales pueden contener ingredientes que sí se probaron en ellos, como colágeno, glicerina y queratina.
Artículos de tocador naturales
Desodorantes
La mayoría de los antitranspirantes y desodorantes contienen sales de aluminio que inhiben la función de las glándulas sudoríparas. Aunque no existen pruebas que relacionen el aluminio de los cosméticos con enfermedades graves, los expertos sugieren evitar su uso.
Compra desodorantes sin aluminio; hay una gran variedad a la venta.
Depiladores
La mayoría de las cremas y lociones depilatorias contienen sustancias químicas, alergenos y sustancias alcalinas corrosivas como el tioglicolato de sodio. Es conveniente utilizar más métodos naturales y menos cosméticos para deshacerte del vello no deseado: aféitate, y emplea cera de azúcar o una mezcla de azúcar, jugo de limón y ácido cítrico.
Si prefieres la cera tradicional, consigue una variedad que contenga cera de abeja o candelina.
Jabones
Compra jabones puros sin fragancia, o bien, con una fragancia proveniente de aceites esenciales. Evita los jabones “antibacterianos” o “desodorantes”, ya que por lo general contienen triclosán.
Además de estar relacionados con el aumento de “supermicrobios” resistentes a los antibióticos, estos productos cosméticos también reaccionan con el cloro en el agua y crean cloroformo, el cual puede inhalarse y no es fácilmente biodegradable.
