La estancia principal
Es el centro de la vida familiar y, por tanto, debe ser el espacio en el que pongamos más atención, aunque no por eso se debe olvidar el resto de la casa. Podemos poner en la sala el árbol de Navidad y adecuar su estilo a la decoración general y al espacio. ¡Con las ideas que presentamos ya no será excusa tener poco sitio!
El árbol puede ser un enorme abeto natural o artificial que abarque gran parte de la habitación, pero también un árbol de pared, un centro de mesa o un manojo de ramas minimalista que aun así no pase desapercibido.
Si tenemos la costumbre de poner un nacimiento, la sala es también un buen lugar para ubicarlo. Necesitaremos una mesa o al menos un estante grande que quede a una altura que le otorgue protagonismo; además, podemos añadir luces para llamar más la atención. Es mejor elegir un nacimiento con pocas figuras de calidad que optar por uno muy grande de escaso gusto.
La recámara
Con unas botas navideñas colgadas del dosel de la cama y algunas decoraciones distribuidas con gracia, una recámara cambia su aspecto por completo. Hay quien ayuda a crear un ambiente navideño utilizando textiles, ya que una colcha con motivos de Santa Claus sobre la cama puede ser suficiente para decorar sin añadir nada más.
Los vidrios son todo un mundo inexplorado que se puede decorar usando plantillas y sprays que imitan el efecto de la nieve. Para casas con poco espacio es una opción muy económica en la que no se necesita añadir objetos que puedan estorbar o reducir el espacio.
El jardín
Las casas con jardín tienen muchas posibilidades decorativas. Se puede plantar un abeto o un pino y tener un árbol de Navidad perenne que crece año con año y termina formando parte de la tradición familiar. No son pocas las casas que en Navidad hacen un derroche de alegría al decorar la fachada con luces de colores y con los clásicos muñecos de Santa Claus que parecen escalar hasta la chimenea y que traen su costal lleno de presentes.
¿Tú cómo decoras tu hogar?
