¿Cansado de ese dolor de espalda recurrente? Un estudio reciente en Australia ha descubierto una solución sorprendentemente simple: caminar. Esta actividad cotidiana no solo es gratuita y accesible para todos, sino que también ha demostrado ser eficaz para reducir los episodios de dolor lumbar.
La investigación de la Universidad Macquarie de Sídney, liderada por el profesor Mark Hancock, descubrió que aquellos que caminaban con frecuencia tenían menos dolor de espalda que los que no lo hacían. Publicado en The Lancet, el estudio incluyó a más de 700 adultos que habían tenido dolor lumbar reciente. Un grupo siguió un plan de caminatas personalizado durante medio año, mientras que otro grupo no recibió ningún tratamiento.
¿Cómo funciona?
Los investigadores creen que caminar ayuda a prevenir el dolor de espalda gracias a una combinación de factores:
- Movimientos oscilatorios suaves: Caminar ayuda a movilizar la columna vertebral y los músculos de la espalda, lo que mejora la flexibilidad y reduce la rigidez.
- Fortalecimiento: Caminar ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen, lo que proporciona un mejor soporte a la columna vertebral.
- Relajación y reducción del estrés: Caminar puede ayudar a reducir el estrés, que es un factor que contribuye al dolor de espalda.
- Liberación de endorfinas: Caminar libera endorfinas, que tienen un efecto analgésico natural.
El estudio también encontró que caminar no solo reduce el dolor de espalda, sino que también mejora la calidad de vida de las personas, reduce la necesidad de atención médica y disminuye el tiempo de ausencia laboral.
Conclusiones
Este estudio es una buena noticia para las personas que sufren de dolor de espalda recurrente. Caminar es una estrategia simple, efectiva y accesible para prevenir el dolor de espalda y mejorar la salud en general.
¡Anímate a caminar y comienza a sentir la diferencia!
Recuerda: Esta información no sustituye el diagnóstico o la atención médica profesional. Si experimentas dolor de espalda, consulta a un médico para obtener un diagnóstico y plan de tratamiento adecuados.
