Los trastornos mentales por consumo de drogas representan un 10 por ciento de morbimortalidad a nivel mundial. En México 2.2 millones de personas consumen estupefacientes.
Las personas consumidoras de alcohol y otras drogas tienen más probabilidades de desarrollar trastornos mentales como ansiedad, depresión, trastornos de personalidad y esquizofrenia.
Datos proporcionados por el Gobierno Federal indican que, en México, al menos 2.2 millones de ciudadanos son consumidores de drogas, de los cuales, 230 mil son adolescentes e infantes, por lo que la aparición de enfermedades mentales derivadas del uso de sustancias ilegales podría elevarse en los próximos años.
“El consumo de sustancias derivado de patologías mentales y viceversa, mejor conocido como Trastorno Dual, carece de estudios especializados en el país, por lo que es difícil hablar con precisión de la comorbilidad que existe en los pacientes. Sin embargo; se ha identificado que los pacientes con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) presentan una mayor predisposición al consumo de cocaína, así como las personas que padecen ansiedad, ya que pueden recurrir con mayor facilidad al uso de cannabis, alcohol o cigarro, para intentar manejar los síntomas” aseguró Mónica Díaz Jacobo, psicoterapeuta de Hacienda Solarium.
La carga genética, factores ambientales, sociales y culturales son aspectos que pueden influir de manera importante para que una persona consuma drogas; de hecho, los adolescentes son quienes muestran una mayor tendencia a desarrollar adicción, deterioro físico y emocional.
La Organización Mundial de la Salud ha hecho hincapié en que a esa edad incluso el uso de drogas suaves como la marihuana puede propiciar problemas de concentración muy notorios al poco tiempo de iniciar su consumo.
La mayoría de esta población inicia la experimentación con drogas para pertenecer a un determinado círculo social y por desafío a la autoridad, para luego seguir con el consumo regular, mediante el que se busca un refugio emocional a situaciones adversas y se aumenta la tolerancia a la sustancia.
A la postre, aparece el consumo problemático donde el usuario se aleja del núcleo familiar y laboral, y si se experimenta con drogas más duras puede llegar incluso a delinquir para conseguir su consumo. Finalmente se llega a la adicción, donde se pierde toda estabilidad emocional, financiera, legal e incluso pueden aparecer conductas suicidas” advierte Díaz Jacobo.
Los trastornos mentales por consumo de drogas representan un 10 por ciento de morbimortalidad a nivel mundial, pues se estima que dichas afecciones pueden reducir la expectativa de vida de una persona hasta 10 o 20 años antes que la de una persona que no consume ni padece enfermedades mentales.
“Los números no mienten, el problema es gigantesco, pues tan sólo en 12 años han muerto 5 mil 545 personas en el país por consumo de drogas. Es necesario terminar con la estigmatización sobre la salud mental, pues aún existen sectores sociales que creen que pueden superar sus padecimientos y adicciones solos, con base en su fuerza de voluntad, prolongando el deterioro de su integridad mental, cuando en realidad lo que requieren es atención especializada de psicoterapeutas y psiquiatras” finalizó la especialista de Hacienda Solarium.
Además, el consumo de drogas en México está valuado en 600 mil millones de pesos anuales, una cantidad de dinero que supera en gran medida a las ganancias de la industria farmacéutica en el mismo periodo, evidenciando que el reto que enfrenta el país en materia de salud mental y prevención de adicciones es mayúsculo.
