Al igual que los humanos, nuestras mascotas deben tener revisiones periódicas con su Médico Veterinario y debido a que tu mascota envejece de 6 a 10 años por cada año que un humano envejece, se recomienda la realización de dos exámenes integrales o Check ups al año.
Cuando presentas a tu mascota a sus exámenes integrales (Check Ups), puedes estar seguro que recibirá una revisión completa, desde la nariz a la cola. Esto implica un examen de todos los sistemas principales del cuerpo, para ayudar a asegurar que estén trabajando normalmente. Debido a que tu mascota no te puede decir lo que está mal, su Veterinario se basa en exámenes regulares, así como en sus observaciones como propietario, para determinar el estado general de salud.
En cada visita, se inicia con el peso de tu mascota que junto con su conformación y raza ayudará a determinar si se encuentra en un peso normal o requerirá de asesoramiento nutricional o recomendaciones sobre ejercicio.
Ya con el Médico Veterinario se iniciará con un examen físico general donde se obtienen datos como temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria, pulso y otras constantes mínimas para compararlas con los promedios de su especie y determinar su salud general. Con la ayuda del estetoscopio se escuchan los sonidos cardiacos para poder detectar anormalidades como soplos y arritmias y en los pulmones el poder evaluar los sonidos de la respiración y así saber si existen ruidos anormales. Durante este examen físico se realiza una revisión del manto (piel y pelaje de su mascota). Esto es importante debido a que la piel y el pelaje son indicadores de la salud general de tu mascota.
Posterior a esto inician los exámenes accesorios como son el examen neurológico que tiene 4 apartados: estado mental del ejemplar, reacciones posturales y reflejos espinales que se revisan junto al examen ortopédico y por último la revisión de los pares craneales, que son 12 nervios que nacen en la base del cerebro y nos dan datos sobre la salud en esa porción del sistema nervioso. El examen ortopédico que se divide en dinámica (con movimiento) donde se evalúa la marcha de la mascota y sirve para detectar si hay claudicaciones (cojeras) y en estática donde se palpan todos y cada uno de los huesos del aparato locomotor y la columna vertebral para detectar anormalidades, tanto en huesos como en articulaciones.
El examen otoscópico ayuda a revisar todo el oído incluyendo el conducto auditivo evaluando color, secreción, presencia de parásitos o cuerpos extraños y la integridad del tímpano. En el examen oftalmológico se realiza tonometría que es la revisión de la presión intraocular para descartar casos de glaucoma como en los humanos, además se realiza examen oftalmoscópico donde se revisa el fondo de ojo y el nervio óptico, el cristalino, la córnea y los anexos del ojo incluyendo los párpados, esto ayudará a determinar si hay opacidad o enrojecimiento en los ojos, si la respuesta de la pupila es normal al estímulo con la luz. Debe realizarse un examen dental cuidadoso detectando desde inflamación y presencia de sarro, hasta falta de piezas dentales, caries y masas que puedan presentarse en la cavidad oral.
Si se encuentra disponible una muestra de materia fecal, se realizarán pruebas para verificar si existen parásitos. A las mascotas de edad avanzada también se les realizan exámenes de laboratorio que incluyen pruebas de sangre para revisar el funcionamiento de sus riñones, hígado y otros órganos internos incluyendo el diagnóstico de enfermedades parasitarias de la sangre como el gusano del corazón (dirofilariasis), y las transmitidas por parásitos hematófagos como las garrapatas; así como pruebas de orina para determinar junto con los de sangre el funcionamiento de los riñones y la posibilidad de diagnosticar un paciente con diabetes mellitus.
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