El líder filántropo por excelencia,Lorenzo Servijte, fue un mexicano católico que de un pequeño negocio familiar de pan creó la empresa de panificación más grande del mundo.
Una de las leyendas de los negocios en México falleció: Lorenzo Servijte Sendra, murió a los 98 años de edad, dejando un legado de éxito al trascender las fronteras y crear la panificadora más grande del mundo, Bimbo.
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Fue un hombre polémico por sus fuertes convicciones y por sus productos, sin embargo, a lo largo de su vida se le reconoció como un ejemplo de trabajo y de valores. Comenzó a trabajar a los 16 años en “El Molino”, la pastelería de su papá, y a su corta edad se hizo cargo de ella tras morir repentinamente su padre.
Con los años se convirtió en un referente no sólo en el ámbito empresarial sino a nivel nacional debido a que nunca se alejó de ciertos valores:
“Valen más los principios que el nivel de educación formal porque una buena persona que sea capaz, puede aprender. Una mala persona, aunque aprenda, no tiene remedio”, Lorenzo Servitje en el libro 100 rebanadas de sabiduría empresarial de Silvia Cherem Sacal.
Su amor por México:
Servitje estaba convencido de la grandeza de México, pero también de la importancia de un pueblo educado con talento emprendedor. “Hay que despertar a los jóvenes empresarios que tiene este país”, decía con frecuencia. Pero primero hay que educarlos, afirmaba. Incluso solía decir que los jóvenes debían buscar las carreras técnicas para ser profesionales calificados.
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Su amor por la familia:
Don Lorenzo fue un hombre muy religioso y su la familia era la base de todo su imperio panadero. Tuvo ocho hijos y dejó nietos y bisnietos con quienes, por cierto, organizaba “veladas de abuelo” para compartir su fe religiosa y su conocimiento del mundo empresarial.
El nombre Bimbo fue, incluso, una combinación de Bambi y Dumbo, los personajes favoritos de su hija: Marinela Servitje.
La calidad no se negocia:
Don Lorenzo siempre contaba que cuando empezó a producir el panqué los números no eran buenos, así que le aconsejaron que bajara la calidad de los ingredientes, a lo que se negó rotundamente.
“Recibí el sabio consejo de no negociar con la calidad de los productos y así fue”. Esta frase se convirtió en su principal consejo de éxito.
Respeto a los trabajadores:
Don Lorenzo fue padre de ocho hijos, pero su familia en realidad estaba conformada por todos sus empleados, a quienes les procuró un trato justo. Sabía que los negocios, para ser redituables, tenían que contar con personal comprometido. Siempre se sintió orgulloso de la filosofía de su empresa: “ser altamente productiva y plenamente humana”.
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Bimbo es famoso por no haber tenido una sola huelga en toda su existencia. Y solía decir: “No hay ningún secreto, todo reside en tener mucho cuidado al manejar las relaciones laborales, el reconocimiento del sindicato y n considerar al personal de la empresa como un recurso, sino como personas”.
Respeto al medio ambiente:
Su emporio es una de las primeras empresas en México en usar empaques degradables en sus productos y tiene serios planes de operar con energías limpias.
Por Eliesheva Ramos
