Esta maniobra holandesa podría salvar vidas, así que todos debemos aprenderla.
Si vives en la ciudad, todos tus viajes pueden convertirse en una experiencia peligrosa. Las puertas de los autos, en particular, nos han comprobado la ley de la impenetrabilidad de Newton: “ nunca dos cuerpos pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo”.
Los ciclistas, que a menudo deben dejar sus bicicletas en estacionamientos que quedan entre coches o que quedan atorados en el tráfico, son propensos a chocar con las puertas de los autos (en inglés, a esto se le conoce como dooring). Tristemente, es mucho más común de lo que crees.
Según un reporte de 2011, en Chicago ocurre al menos un accidente diario por dooring, es decir, uno de cada cinco accidentes que sufren los ciclistas se deben a esto. En Nueva York se anunció una campaña sobre este tipo de accidentes, enfocándose en quienes usan taxis, con videos y estampas.
Fue un buen comienzo para una ciudad en la que más de 336,000 personas utilizan taxis al día. Pero una estampa no puede cambiar todo lo que hemos aprendido, así que aún existen más de 128,000 vehículos en Nueva York que no conocen esta maniobra.
¿Cuál es el siguiente paso para asegurar la sana convivencia de conductores y ciclistas en las calles?
El excelente diseño del blog 99% Invisible también publicó un video que explica, de manera muy sencilla, la maniobra que te puede ayudar a salvar la vida de un ciclista: solo tienes que abrir la puerta de tu auto con la mano derecha.
Este tip viene desde los países bajos, y por esto es que lo conocemos como la maniobra holandesa. Si estás del lado del conductor en un auto estacionado y te quieres bajar de él, no abras la puerta con la mano que tengas más cerca de la manija (la izquierda), como harías intuitivamente, mejor ábrela con la mano derecha.
Esta sencilla maniobra hará que gires la parte superior de tu cuerpo, por lo que tu vista pasará por el espejo retrovisor y luego te permitirá ver lo que esté sucediendo en la calle. (Si vas del lado del pasajero, utiliza tu mano izquierda; esta maniobra implica que utilices la mano que tengas más lejos de la puerta para que te asegures de girar el cuerpo y ver hacia fuera).
Es así de sencillo, pero funciona
La maniobra holandesa es tan efectiva que en los países más amables con los ciclistas ni siquiera tiene un nombre. Desde hace décadas, así es como se les ha enseñado a los conductores a abrir sus autos.
Como cualquier hábito, te tomará tiempo aprenderte la maniobra holandesa. Algunas iniciativas para popularizar este sencillo movimiento tienen varios recursos que pueden ayudarte a esparcir este mensaje, y hasta tienen algunos slogans diseñados para que te la aprendas más fácilmente.
Es muy fácil aprenderla, sólo tienes que recordarla.
Tomado de rd.com Here’s Why You Should Always Open Your Car Door with Your Right Hand
