No esperes a tener un largo rato de tiempo libre para ponerte en acción. En cinco minutos puedes evitar estar aburrido, quítate el tedio.
Toma el teléfono y llama a alguien
Aprovecha cuando estés aburrido y haz una llamada telefónica rápida, puede ser una forma de demostrarle tu aprecio a algún familiar o amigo. “Podrías decir, por ejemplo: ‘Tengo cinco minutos libres y quería que supieras que estaba pensando en ti’”.
Escribe una lista de cosas por realizar
Tomarte cinco minutos para hacer esta lista te va a servir, pero no incluyas en ella sólo tareas, dice Charles Duhigg, autor del libro Smarter Faster Better: The Secrets of Being Productive in Life and Business (“Más listo, más rápido, mejor: los secretos para ser productivo en la vida y los negocios”). En la parte inferior de una hoja anota algunas cosas que quisieras hacer durante el día, y en la parte superior describe una “meta ambiciosa” que desees alcanzar en los próximos días, semanas o meses.
“Esto te hará pensar en las cosas que realmente son una prioridad para ti”, explica Duhigg. “Cuando dispongas de cinco minutos en un momento posterior del día, revisa tu objetivo de largo plazo. Si lo que hiciste por la mañana no te acerca a esa meta, quizá te convenga reevaluar qué vas a hacer durante el resto del día”.
Habla con la gente que te rodea
En vez de releer tus notas antes de que empiece una junta, pregunta a tus compañeros de trabajo qué planes tienen para el fin de semana. “Los equipos más eficientes suelen ser aquellos que tienen seguridad psicológica, la cual con frecuencia es resultado de aprender a captar las señales no verbales de los demás”, dice Duhigg. “Aprender a escuchar mejor y demostrar que lo haces es esencial”.
Si estás esperando en una fila, charla con la persona que esté detrás de ti. El cómico Chevy Chase se hizo amigo del productor Lorne Michaels, el creador del exitoso programa televisivo Saturday Night Live, cierta vez en que ambos estaban haciendo fila para entrar al cine.
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Visualiza la actividad o tarea siguiente
Si estás a punto de entrar a una junta importante, dedica cinco minutos (o incluso sólo 45 segundos) a imaginar qué puedes hacer para que todo te resulte bien. No sólo ensayes lo que vas a hacer y a decir, sino imagina también las acciones de los demás. “Si visualizas cómo saldrá la junta, tu mente estará mejor preparada para reaccionar a los hechos reales, y sabrá a qué poner atención y a qué no”, dice Duhigg.
“Usar este método antes de realizar las tareas matutinas te ayudará a preparar y tener éxito en las vespertinas”.
Quita el polvo
Hacer una lista de cosas por realizar en cinco minutos (o en 10 o 15) es una manera fácil de asegurarte de tener muchas ideas para cuando dispongas de más tiempo libre, dice Laura Stack, conferencista y autora de Doing the Right Things Right: How the Effective Executive Spends Time (“Hacer bien las cosas correctas: cómo pasa el tiempo el ejecutivo eficiente”). Una de sus tareas rápidas es quitar el polvo.
“Tengo una repisa donde pongo los premios que he recibido a lo largo de los años”, cuenta, “y también tengo a la mano toallas húmedas para limpiar, así que si dispongo de cinco minutos libres, quito el polvo de la repisa”.
Aprovecha para hacer un poco de ejercicio
Cinco minutos de actividad pueden llenarte de energía. “La gente permanece sentada mucho tiempo en las oficinas”, dice Stack. “Estar sentado durante largas horas puede acortar la vida. Levántate y muévete”.
Ella tiene un par de pesas en su escritorio para ejercitarse, pero recomienda hacer también sentadillas, abdominales y estiramientos de músculos.
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Lee un artículo
Guarda en una carpeta los artículos que has querido leer, y lee uno cuando tengas cinco minutos libres. “Cuando encuentres algo útil en Internet no lo leas de inmediato”, dice Stack. “Mejor imprímelo y léelo cuando estés aburrido o durante una pausa en el trabajo”.
Riega las plantas
Es posible que a veces se te olvide regar las plantas de tu casa, pero proponte hacerlo cuando tengas algo de tiempo libre. “No riego las plantas muy a menudo, pero si tengo cinco minutos libres, lo hago”, dice Stack.
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Revisa tus mensajes electrónicos
En lugar de ponerte a contestar los mensajes conforme llegan, espera a tener un descanso de cinco minutos, o reserva un poco de tiempo para hacerlo. “Lo bueno del correo electrónico es que los demás pueden hablarme sin que yo esté presente para escucharlos”, dice Duhigg.
“La clave es revisar el buzón cuando sea útil para uno, no para los demás”.
Acepta el aburrimiento
Resiste la tentación de sacar tu teléfono y mejor deja que tu mente vague: tal vez te sorprendan las cosas que se te ocurren cuando no estás revisando mensajes o vigilando a tus hijos. “Estar aburrido es importante”, explica Duhigg.
“Si pudiéramos meter nuestros teléfonos inteligentes en la ducha, no tendríamos buenas ideas nunca más”.
¿Qué haces cuando estás aburrido? ¿Haz hecho alguno de estos puntos?
Por Marissa Laliberte / Ingimage
